Nosotros somos...
Estas personitas , los creadores del blog: Elías, Gaby P., Bellu; Mari, Sele; Maru, Cami, Pau, Melu, Angie, Popis, Leo, Rocío, Romi, Gaby R. Todos tenemos entre 13 y 16 años. Estamos en 8vo/ 2do "A" del Ciclo Básico Común. Vivimos en María Grande Entre Ríos cerca de Paraná, capital de la provincia. El Instituto en el que estudiamos tiene el mismo nombre que la ciudad.
En nuestro blog van a encontrar gotas de música, de cine, de libros, mezcladas con algunas gotas veladas que hablan de nuestra vida adolescente.
Disfruten de nuestra "Lluvia de ideas".

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Aquí hay cuentos para todos los gustos: alguito de amor, un poco de misterio y otro poquito de melancolía


Un secreto extraño
Esto nunca se lo conté a nadie, cuando era chica cazaba moscas con las manos. Mi mamá me retaba y decía :“Esos bichos son malos”. yo no le hacía caso. Me sentía la mejor cazadora de insectos del mundo.
Una noche me despertó el vuelo rasante de un moscardón, le di un manotazo, por primera vez había fallado. Lo mire y este era diferente parecía con ganas de matarme. Lo observé a los ojos y me sentí asustada. Tapé mi cabeza con las frazadas y me calmé, pero su chillido siguió. A la mañana siguiente en mi cuaderno de colección de bichos decía con letra rara: “Me vengaré”.
Me quedé todo el día sin cazar nada. Cuando eso individuos se me acercaban los miraba de arriba abajo con miedo de que uno de ellos quisiera arreglar cuentas conmigo.
Cuando me iba a acostar eché insecticida en todas partes, y me aseguré de que ninguna mosca quedara adentro.
Cuando me acosté cansada, pasaron veinte minutos y nada, de repente un chillido fuerte y malvado rozó mi oreja y me aterré. Me tapé rápidamente y prendí una linterna. Cuando lo enfoqué, me miró y mostró sus dientes. Me atacó, casi me picó. yo, grité muy fuerte: “Mami ayúdame”, y mi mamá me dijo: “Esos bichos son malos”.
Me asusté más, parecía que cada vez aquel moscardón se enojaba más y de repente me atacó y antes de que me picara, mi mamá me dijo: “¿Te dormiste? Ya es tarde, apúrate”.
Al otro día cuando fui a colocarme los zapatos, pegado en uno de ellos había un cadáver de moscardón y a su lado un mensaje decía: “¿Podré escapar?” y a su final decía: “¡¡¡No!!!”
Y yo no volví a casar moscas en mi vida.
Paula kelly







Pedro y Leonor
Pedro era un chico que le gustaba la joda, salir con amigos, andar en cuatriciclo.A toda hora se iba a boliches como: “Casimiro Bonche” y la “Kinta”.La cuestión es que le gustaba hacer de todo, cosa que a Leonor no tanto.
Ella era una chica tranquila, o sea le gustaba salir con amigos, pero solo en sus tiempos libres y andar en moto.
Pedro y Leonor se conocieron en un bar por medio de amigos, se dieron los números telefónicos y empezaron a conocerse.
Al pasar el tiempo ellos salían como amigos inseparables.
Un día que se juntaron para ir a un restaurante Leonor le dijo:
-Prométeme una cosa…
-¿Depende? ¿qué cosa?
-Que no vas hacer nada… grave…
-¿Ves?
-¿Qué?
-Tanto perdón y tanta ayuda, pero no confías en mí.
-¿Yo?
-Vos tenés miedo. Nunca dejaste de creer que soy un criminal. Para qué me sacaste de la comisaría el día que choqué con el cuatriciclo aquel chico.
-Porque me robaste el corazón, por eso sos un maldito.
-Pero, Leo nunca pensé que vos te fijarías en mí, yo también estoy enamorado.
-¿Y quien te dijo que yo estoy enamorada de vos?
-Bueno capaz que lo que dijiste, lo interpreté mal…
-No, de ninguna manera.
Pedro tomó la mano de Leonor y le dijo:
-¿Querés salir con migo?
-¿A dónde?
-Siempre te tengo que explicar todo. Nena te estoy preguntando si querés tener algo serio.
-O sea ¿andar de novios?
-sí…
Leonor torpemente le contestó:
-Mmm, claro que sí…
Pedro le dio un beso como el de las novelas. Leonor quedó hechizada y terminaron saliendo como pareja.
Leonela Moine…





La Triste vida de un vagabundo
Allí estaba yo, solo como un vagabundo, sucio, sin poder hacer nada. Mi vida era así, yo era así, ya que mis dueños me habían abandonado.
Todo sucedió durante un tiempo que viví con una familia que no era la mía. Me encontraron y me llevaron.
Recuerdo que era muy feliz allí. Todos los días eran maravillosos para mí. Ellos eran muy cariñosos, juguetones y amables conmigo.
Pero un día me desperté, por culpa de un ruido que aturdía mis sensibles oídos: “¿Qué podría ser aquel ruido insoportable?”
Traté de soportarlo como pude. Intenté seguir durmiendo pero no lo conseguí. Estuve largas horas escuchándolo, hasta que por fin lo dejé de sentir. Todo era silencio. Después de un rato bajé las escaleras corriendo a ver a mis amos. Los busqué por todos lados, en sus dormitorios, en la cocina, en la sala y por más que lo intenté no los encontré.
De pronto vi que la puerta estaba abierta y pude observar que a lo lejos se encontraban todos ellos alejándose, dentro de unos gigantescos camiones de mudanza. Se habían llevado todo, menos a mí.
Muy triste no podía todavía comprender el porqué. Por un momento no me contuve más y abrí largos los ojitos por donde me corrían lagrimones.
De: Mara franco

Sobre misterios y algunas historias que pueden asustar


Ruidos Extraños
Alrededor de los años 1800 residía en Londres una niña muy bonita llamada Lujan. Un tiempo vivió con una familia que no era la suya, debió ser llevada con Jimena y Sebastián, un matrimonio desconocido que tenía una hija llamada Macarena.
El padre trabajaba todo el día, su esposa e hija bordaban y hacían las tareas del hogar.
Al llegar se acostumbró fácilmente a la rutina de su nueva familia.
Pero una noche, mientras trataba de dormir, algo atrajo su atención. Algo raro, algo proveniente del exterior de la casa. De repente, saltó de la cama y se dirigió a su balcón, desde allí no divisó nada más que la noche oscura.
“¿Qué podría ser aquel ruido insoportable?” se preguntó
Esa rutina se siguió sucediendo durante varias noches. Nunca le comentó nada a nadie, ya que no sabía cómo racionarían.
Al pasar tantas noches desveladas escuchando esos raros sonidos, su rostro ya no era igual. Asombrosamente parecía que ninguno de sus familiares lograba darse cuenta de su aspecto.
Una noche decidió armarse de valor y descubrir de dónde provenían esos ruidos.
Al escucharlos, sigilosamente salió a su encuentro.
Cuando estaba en la mitad del patio una sombra la tomó de atrás.
Cuando despertó pudo observar que a su alrededor yacían sin vida los cuerpos de Jimena, Sebastián y Macarena.
El pobre perro de la casa abrió largo los ojitos por donde le corrían lagrimones.
Camila Montero…







UN COLLAR QUE AHOGA PERO NO MATA!
Era un día común como cualquier otro. Me levanté a las 7:00 am para ir al colegio. Me cambié, desayuné y me cepillé los dientes. Luego subí al autobús que me llevó.
Todo parecía tranquilo después del almuerzo y durante la jornada, pero al llegar a mi casa todo comenzó a cambiar. Mis padres estaban preocupados, en todos los canales de noticias transmitían lo mismo. De repente corrí hacia fuera, le pregunté a mi madre si era cierto lo ocurrido.
Era preocupante saber que habían robado la joyería de mi padre, el collar más valioso había desaparecido. Todo había salido por demás bien porque capturaron a los ladronzuelos.
La empleada que fue testigo, me contó lo sucedido. Me dijo que ella estaba en su escritorio como debería ser. Entonces entraron dos jóvenes que no parecían sospechosos al comienzo, pero luego fue diferente. Uno de ellos la entretuvo. Mientras que el otro fingía mirar las joyas, en unos segundos dio un manotón al collar de perlas, valuado en 8.000 dólares.
Sonaron fuertemente las alarmas y el ladrón, que había tomado el collar, se asustó de tal manera que al querer escapar se lo tragó. Su cómplice trataba de desahogarlo notando, ya que su cara estaba más que colorada morada. Ella llamó enseguida a la policía, que llegó en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando me lo contó yo no lo podía creer, estaba destruida, resultó que los dos ladrones eran unos compañeros míos llamados: Joe y Tom. Se hacían pasar por buenas personas conmigo para poder sacarme información de la tienda. Aunque ellos quedaron encarcelados por 30 días nada más, porque tenían 18 años.
Joe estaba enojado con su amigo porque fue tan torpe que se tragó el collar, él está bien lo operaron y le pudieron extraer las perlas.
Al collar no lo dejó mi papá en el negocio porque lo iban a robar de nuevo.
Por suerte nadie salió herido, excepto por Tom que salió ahogado pero que más da, igual se lo merecía por haber mentido.
Hoy después de tantos meses me pongo mí piyama y me echo a dormir. Aunque estoy un poco triste porque perdí a unos chicos que creí que eran mis amigos.
Heit Melisa







UN MISTERIO IRREPETIBLE
En una noche muy oscura José vio a sus amigos iban y Samuel deambular por el pasillo del tercer piso donde él vivía. Cuando este quiso asomarse para ver qué les pasaba ya no se encontraban allí.
Al otro día habló con sus compañeros para preguntarles qué hacían en el lugar en el que se encontraban a altas horas de la madrugada. No supieron qué responder porque tenían un plan para acabar con la vida de aquel.
En ese mismo momento por la noche decidieron dar comienzo a su apuesta, se dirigieron a la entrada del primer piso donde se encontraba el portero que les preguntó hacia dónde se dirigían con tanta prisa. Hubo un silencio en el que el portero dijo: “¿con que en el tercer piso?”
Ellos se asombraron, no perdieron más tiempo y acudieron allí donde se encontraba durmiendo José. La puerta se abrió sin violencia, se escuchó un grito de pánico del chico. Al momento estaba tirado en el suelo con un cuchillo clavado en el pecho.
A la mañana siguiente sus amigos asistieron a su funeral.
Rocío Ferreyra